¿Alguna vez te ha pasado
que, aunque eres un excelente pasivo no pudiste con el pene de ese chico?
Siendo sinceros, todos los
que somos pasivos o hemos experimentado por atrás, alguna vez nos ha quedado “grande” comernos
un pene.
Esto se debe a que la
posición que elegimos no fue la apropiada para el tipo de pene que tenía
nuestro macho activo.
Recuerden que todos los
hombres tenemos un pene con forma única.
Podemos encontrar penes de
forma tipo lápiz, seta u hongo, como, curvo… en fin. Hoy te damos unos
consejos para que sepas cual es la mejor posición a tomar, en el momento que te
enfrentes al placer varonil.
Si tú hombre tiene un pene
tipo lápiz, es decir, más fino en la punta que en la base, una penetración normal
no dará problemas. Al grano y sin rodeos.
Cuando te enfrentes con un pene
tipo seta u hongo, es decir, que lo más ancho de todo es el glande, el
sexo anal puede ser un problema, así que tocará trabajarlo muy a fondo.
En el caso que tengas que
comer un pene curvo, que se va hacia la derecha o la izquierda de forma
muy acentuada, lo mejor es probar con el misionero, es decir, cara a cara, y tú
con las piernas bien abiertas y hacía arriba.
Con los penes tipo cono,
es decir, los que de una base muy ancha pasan paulatinamente a una punta muy
fina, deberías probar con la postura del perrito… sí, a cuatro patas.
Lo mejor para no sentir
dolor, y mejor recibir placer, es conocer el tipo de pene con el que te vas a
enfrentar. ¡No es lo mismo que se te salgan las lágrimas por dolor que por
placer!
Por último, siempre ten
presente el uso de lubricante y condones a la mano… en serio, lo mejor es
prevenir que evitar.
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