Una idea obsesiva es aquella
que de forma no deseada aparece produciendo un nivel elevado de malestar.
Suele estar relacionada con
un temor a poder hacer daño a alguien, a poder enloquecer, a poder contraer una
enfermedad, a dejarse el gas abierto… Una idea obsesiva es uno de los síntomas
asociados al trastorno obsesivo-compulsivo, aunque pueden darse
aisladamente sin llegar a configurar un cuadro psicopatológico.
Cada vez que una situación
tiene relación con una idea temida, y alcanza el grado de idea obsesiva,
aparecen cadenas de pensamientos intentando determinar si se puede hacer realidad.
En ocasiones tras las ideas,
son los análisis que realiza la persona los que acaban produciendo más miedos y
más ansiedad anticipatoria. Tal es el caso del miedo a ser homosexual.
Pongamos una situación a
modo de ejemplo: un chico heterosexual, estando en una discoteca ve bailando a
otro chico sin camiseta marcando músculos. Puede ser algo que ya ha visto otras
veces, pero ese día al apreciar que estéticamente es agradable, aparece un
pensamiento fugaz: “¡a ver si ahora te van a gustar los chicos!”.
Lo que en un principio es
una idea como otras que le han pasado por la cabeza, en esta ocasión el
pensamiento no le gusta, lo rechaza, puede generarle incomodidad y miedo a
que se instale de forma permanente.
El problema comienza a
agravarse cuando ese chico quiere alcanzar, con cierto grado de obsesividad,
pruebas que le demuestren que su miedo no es cierto, buscando comprobar si las
chicas le siguen gustando o no: ligando, besándose o teniendo relaciones sexuales
siempre con el fin de certificar que aparece la atracción física y sexual hacia
las chicas.
Todo esto puede producir una
gran auto-observación, que normalmente inhibirá el deseo.
A partir de este momento la
idea obsesiva comenzará a crecer con fuerza ya que donde se pretendía alcanzar
la calma, se va generando la confirmación del temor: puedo ser gay.
A menudo la persona que
tiene miedo a ser homosexual, no tiene sentimientos homófobos, pero sentir
que no desea serlo y ver que los datos analizados no pueden descartar un deseo
oculto hacia personas del mismo sexo, puede ser suficiente para generar una
idea obsesiva, y posteriormente el bloqueo.
El tratamiento psicológico
del miedo a ser homosexual, se centra en ayudar a la persona a convivir
con sus temores, para después conseguir fortalecerse y manejar adecuadamente
las ideas de carácter obsesivo. / créditos: Gabinete de Psicología
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