¿Cómo le digo a mis seres queridos que vivo con VIH?
Desde que decidí hacer público que vivo con VIH y comienzo
a dar algunos consejos prácticos para llevar la vida con el virus, una de las
preguntas que más me hacen es: “¿Cómo le digo a mis amigos y/o familia que vivo
con VIH?”.
La respuesta es que no hay una ruta única, no hay palabras
mágicas. “Vaya ayuda, gracias”, seguro estás pensando. Pero el que no haya una
ruta “mágica” a seguir no quiere decir que no pueda darte algunos consejos.
Checa los siguientes puntos:
1. Vivir con VIH es como un
segundo clóset
Seguramente cuando saliste del primer clóset (el LGBT) no
sabías a quién decirle primero. Casi siempre lo hacemos con esas personas que
nos inspiran más confianza o son más cercanas a nosotros. Es como ir saliendo
poco a poco a un nuevo mundo con la ayuda de nuestros seres incondicionales.
2. No es tu obligación hacer
público tu estatus de VIH
Muchas personas decidimos, ya sea porque somos más
extrovertidas, o porque tenemos alguna especie de compromiso social, hacer
público nuestro estatus. Pero ese no tiene que ser el caso de todos. Como en el
caso del clóset LGBT, puedes reservarte esa información solo para ti, para tus
mejores amigos o para tu familia. Y está bien. Cada historia es diferente, no
te sientas obligado a compartirlo si no te sientes seguro o crees que puedes
ser discriminado (sobre todo en la escuela o el trabajo).
3. Platicarlo con alguien te
quita un peso de encima
Claro que no estás obligado a compartirlo, pero una verdad
es innegable: platicarlo con alguien de tu confianza o con un profesional
siempre te hará sentir aliviado. A veces cargar con algo así es muy pesado. Si
ya decidiste platicarlo, verás cómo al hacerlo te sentirás comprendido y con la
sensación de que no estás solo. Si no tienes algún amigo cercano o familiar,
seguramente en tu comunidad hay algún grupo de ayuda mutua.
4. Hazlo poco a poco
Si ya decidiste decirle a tus amigos o familia, toma en
cuenta que no todos reaccionarán igual. Aun en pleno 2019, mucha gente tiene
miedo, producto de la desinformación. Mi sugerencia es que saques el punto
casualmente, como “¿oye, ¿tú qué piensas del VIH?” o incluso mejor, ver una
película o serie que hable del tema y ver cómo reacciona esa persona. Así
puedes ir “tanteando el terreno” y sabrás más o menos cómo reaccionará.
5. Infórmate sobre términos
fundamentales
¿Te acuerdas cuando saliste del clóset por primera vez y
tuviste que aclarar que no por ser gay querías ser mujer o cuando dejaste claro
que no era una enfermedad mental? Con el VIH pasa algo similar: infórmate de
los conceptos básicos, cómo qué es la carga viral, que son los CD4s, la
diferencia entre VIH y Sida, qué es ser indetectable. Seguramente a quien se lo
digas tendrá preguntas, y siempre es bueno poder resolverle esas dudas para que
esté más tranquilo/a.
Como ya te dije: decirlo o no siempre será una decisión
personal, no dejes que nadie te coaccione ni sientas presión social por hacer
público algo que es tan tuyo.
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