Argentina.
- Los niños de 13 y 14 años, llevaban más de un década institucionalizados en
un hogar. Cuando supieron de David y Mario, quisieron ser sus hijos.
La adopción después de días,
semanas, meses o hasta de años institucionalizados en un hogar de niños y
adolescentes, sin duda debe ser una gran alegría para miles de pequeños y
jóvenes que por diversas razones, se encuentran sin sus padres y bajo el
cuidado temporal del Estado y/o de las organizaciones privadas que lo apoyen en
esta labor.
Y en un país como Argentina,
en el que se ha avanzado a pasos agigantados en cuanto a la igualdad de
derechos, la adopción homoparental le suma aún más emociones y escenas
conmovedoras a este proceso, por el que lamentablemente deben pasar algunos
niños tras ser abandonados o maltratados por sus familias biológicas.
Como es el caso de dos chicos
de 13 y 14 años, que estaban institucionalizados hace más de una década en un
hogar para niños en Corrientes, Argentina. Debido a que para estos hermanos,
les llegó tal vez su momento más feliz en menos de un mes. Ya que tras años
esperando una familia y tras ser abandonados siendo bien chiquitos, además
de unas experiencias negativas con familias temporales, ellos tuvieron la
oportunidad de elegir a su nueva familia. Y no se arrepienten de la
elegida.
Ya que Mario Palma y
David Torres, una pareja que más allá de estar compuesta por dos personas
del mismo género, está unida por el cariño y un sentido del cuidado y del
respeto por el otro, sin duda alguna tenía todo lo que buscaban estos pequeños
de 13 y 14 años, quienes lo notaron al momento de elegirlos cuando llegó
el momento de tener una nueva familia. Y por su parte, a pesar de que
David ya tenía una hija de una relación anterior, ambos solo tenían el anhelo
de seguir agrandando su familia.
«Yo
tengo una hija de 23 años, pero con Mario queríamos adoptar. En noviembre de
2018 nos anotamos en el Registro Único de Aspirantes a Guardadores con Fines de
Adopción (RUAGA ), el 20 de agosto recibimos el número de inscripción y el 9 de
septiembre ya estábamos conociendo a nuestros hijos (…) «Les dieron a elegir y
ellos decidieron que querían que nosotros fuéramos sus papás. Habían
sido seleccionadas una pareja heterosexual, una mamá sola, un papá solo y
nosotros. En el Juzgado nos dijeron que les dieron esta posibilidad por todos
los años que estuvieron institucionalizados y porque pasaron por cinco
familias«
– contó David a TN.com.ar.
En este proceso de adopción no
solo los trámites fueron rápidos, sino que bastó que pasara el fin de semana
para que conocieran a los chicos. Y después de tan solo el martes
siguiente, ya se encontraban viviendo juntos en un hotel donde estaban alojando
temporalmente. Después se mudaron a San Juan, donde los niños van a la
escuela, siendo ellos chicos religiosos, que pidieron ir a scouts y a
misa, donde fueron los cuatro muy bien recibidos por el sacerdote. «Los
chicos no se van a dormir sin darnos un abrazo», declaró David, como
una demostración concluyente sobre el cariño y la felicidad que hay en esta
familia que creció.
Con información de: Upsocl
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