El cuerpo entero del
hombre es susceptible de sentir placer. Sin embargo, algunas zonas
concentran más terminaciones nerviosas que otras, y por lo tanto, al
acariciarlas las sensaciones se intensifican. Ya todos
conocemos las zonas obvias, pero aqui en Órbita te contamos secretos que pocos
conocen.
1. Entre el labio inferior y la barbilla. Este pequeño espacio tan
olvidado está lleno de receptores sensibles. Mientras lo besas succiona su
labio inferior y acaricia con la punta de tu lengua debajo de
su labio.
2. La manzana de Adán. Esta es una zona
sumamente sensible; no la desprecies. Sin embargo, no la acaricies o
beses de más : después de un tiempo la sensibilidad decrece y
hasta puede sentir que lo estas estrangulando un poco.
3. La muñeca. Jamás te imaginarías que
esta parte del cuerpo proporcionaría tan grande placer. Comienza por darle pequeños besos alrededor de ambas muñecas ,
y después rodéalas con tu lengua, sube lentamente hasta los hombros y verás
como se derrite.
4. El tobillo. Acarícialos y bésalos,
sopla lentamente. Verás cómo se retuerce de placer.
5. La nuca. No hay hombre que pueda
resistirse a unos besos en la nuca. Y menos si después comienzas a bajar, y
sigues bajando…
6. Los pezones. Muchos hombres tienen
poca sensibilidad en los pezones, y otros, mucha. ¿Por qué no lo averiguas por
ti mismo? Puedes morderlos suavemente, colocarles hielo (con
previo aviso) o simplemente besarlos. Lo más probable es que le guste.
7. El lóbulo de la oreja. Es la zona erógena por
excelencia. Puedes besarlo y morderlo suavemente mientras le susurras algo sucio
al oído.
8. Clavícula. La zona está llena de
terminaciones nerviosas, por lo que si la muerdes o besas
aumentarás muchisimo su excitación. Solo asegúrate de no
causarle cosquillas.
9. Interior de los muslos. Esta zona es sumamente
sensible, así que aprovéchala. Explórala con caricias suaves y besos. Puedes
empezar por los tobillos e ir subiendo hasta llegar aquí.
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